martes, 5 de febrero de 2013

Advierten del aumento del consumo de psicofármacos entre los trabajadores de la educación

 Los recortes educativos, el incremento de la carga de trabajo en los centros docentes y las medidas que penalizan económicamente los estados de incapacidad temporal provocan un deterioro de las condiciones de salud de los trabajadores que ha conllevado un aumento en el consumo de psicofármacos.

 Se explica con el cansancio intenso, el agotamiento, la tensión, el agobio y el estrés derivado de las malas condiciones de trabajo afectan a la organización del trabajo y los empleados  tienen un elevado nivel de exposición a los riesgos psicosociales, tal y como queda de manifiesto en el estudio 'Factores de riesgo psicosocial y estrés laboral' realizado por  el   sindicato  de  CC.OO

A juicio del sindicato, el "peligro" de este consumo "inadecuado" es que lleguen a instaurarse "pautas arriesgadas" de uso que terminen desembocando en una dependencia o adicción. "De hecho, ya empiezan a darse casos en los centros asistenciales en los que la principal sustancia de abuso son las benzodiacepinas (tranquilizantes)", señala.

Aunque su uso está generalizado, existen sectores laborales que presentan una mayor incidencia de este tipo de consumos como administración, educación, sanidad y servicios sociales, además del sector agrícola y pesquero.

Por ello, CC.OO.desarrolla  una campaña para sensibilizar sobre el uso inadecuado de los fármacos en el sector de la enseñanza, al ser éste uno de los que presenta mayor incidencia.

Según los estudios realizados, los fármacos más utilizados en este sector son los analgésicos -consumo relacionado con el alto nivel de exigencia mental y el alto o muy alto nivel de atención requerido-, los antiinflamatorios -consumo relacionado con movimientos posturales con inclusión de exceso de peso- y los psicofármacos -consumo relacionado con situaciones que derivan del estrés, la fatiga, la alienación o el desgaste-.

Asimismo, se ha podido constatar en este sector, debido a la política de recortes en el sector educativo, la presencia "cada vez mayor" de factores que condicionan la decisión de usar fármacos como la premura de tiempo para terminar el trabajo relacionado con las clases; altos ratios alumnos/profesor; alta exigencia mental; exceso de responsabilidad por el cuidado y bienestar de los alumnos, especialmente en infantil y en educación especial o aulas con integración; alta demanda de control y gestión de las emociones para poder realizar sus tareas dentro del aula asumiendo las múltiples situaciones de conflicto que se le presenta; tareas que no son de su especialidad, y las cada vez mayores situaciones de acoso o violencia por parte de los alumnos y padres de los alumnos, entre otros.

Para CC.OO., estas condiciones de trabajo generan situaciones de sobrecarga psíquica y física hasta conformar un cuadro clínico caracterizado por dolor de cabeza, fatiga física y psíquica, dolores musculares, trastornos afectivos (distanciamiento emocional), impaciencia, irritabilidad, desconfianza, alteraciones del sueño, alteraciones del ciclo menstrual, ansiedad, nerviosismo o falta de concentración.

Fuente de Datos: Revista Universidad de Granada
 

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