Muchos solemos pensar que las personas que pasamos la mayor parte de
nuestra jornada laboral frente a un ordenador o trabajando desde la
comodidad de nuestro hogar, no estamos expuestos a casi ningún riesgo
laboral.
Sin embargo, como más adelante veremos en este artículo, los hábitos y
costumbres del trabajador postmoderno pueden pasarle factura. A
continuación os mostramos ocho de las enfermedades que de forma directa o
indirecta afectan al trabajador del siglo XXI. ¿Sufres alguna?:
1. Adicción a la cafeína
La adicción a la cafeína es un problema mucho más serio de que lo que
podemos pensar. La cafeína no sólo nos mantiene despiertos, sino que
incide directamente sobre nuestro nivel de nervios y estrés, aumentando
nuestra tensión e incluso está relacionada con problemas cardiacos. Si
nada más despertarnos por la mañana lo primero que pensamos es "necesito
un café" probablemente ya seamos adictos a la cafeína, un indicio que
se confirma si a lo largo de una mañana de trabajo tomamos más de tres
tazas de café.
2. Trabajar hasta muy tarde
Son muchos los freelancers que asumen más trabajo del que pueden
entregar trabajando 8 horas al día, por lo que se ven "obligados" a
trabajar sin descanso hasta altas horas de la madrugada. No hay ningún
problema por echar unas horas extra cuando nos encontramos enfrascados
en un proyecto especialmente complejo. El problema surge cuando el
trabajar hasta tarde y no descansar adecuadamente se transforma en algo
rutinario. La alteración de nuestro ciclo de sueño, el no descansar
bien, nos vuelve en persona irritables y agresivas, y de prolongarse nos
convierte en personas menos productivas e incluso con tendencias
depresivas.
3. Tabaquismo
Aunque afortunadamente ya no se puede fumar en la oficina, no hay nada
que nos impida hacerlo en nuestro hogar. Está demostrado que las
personas que trabajan en sus casas fuman mucho más que cuando tienen la
oportunidad de salir, socializarse con otras personas, acudir a un
centro de trabajo de forma regular... Reducir el consumo de tabaco pasa
por considerar nuestra casa como nuestro lugar de trabajo y como tal
sujeto a Ley que impide fumar en empresas y oficinas. Si necesitamos
fumar un cigarrillo la solución es simple: tal y como haríamos en una
oficina, saldremos de nuestra casa y fumaremos en la calle. A los pocos
días descubriremos cómo ya no nos apetece tanto fumar, nuestros
ceniceros estarán casi vacíos y quién sabe, quizás encontremos el método
para dejar de fumar.
4. Síndrome del túnel carpiano
El síndrome del túnel carpiano afecta a un buen porcentaje de las
personas que a diario pasan buena parte de su jornada laboral frente a
un ordenador. La causa principal hemos de encontrarla en los movimientos
antinaturales que realizamos cuando trabajamos con el ratón. A menos
que trabajemos con un ratón ergonómico pronto descubriremos como esta
posición presiona el nervio mediano, causando a la postre calambres,
dolor e incluso atrofia de los músculos. Si comenzamos a sentir
molestias es vital consultar a un especialista ya que se trata de un
problema que no podemos tomarnos a la ligera.
5. Escozor de ojos
Cuando trabajamos frente a una pantalla retroiluminada durante todo el
día es normal que sintamos molestias oculares, escozor e incluso dolor
de cabeza. Si además dormimos poco y trabajamos hasta tarde, esta
sensación tenderá a agudizarse. Afortunadamente solucionarlo es tan
sencillo como cerrar los ojos durante un par de minutos, intentando
desconectar de el ambiente que nos rodea.
6. Falta de concentración
Internet no ha hecho sino aumentar la dificultad que experimentan
muchas personas para concentrarse y focalizar su atención hacia una
tarea concreta. Facebook, Twitter, feeds RSS, e-mail, etc. son sólo
algunas de las principales fuentes de distracción con los que tiene que
lidiar el trabajador moderno. Utilizadas a la ligera todas estas fuentes
de distracción repercuten negativamente a nuestra productividad,
llegando al extremo de descubrirnos a nosotros mismos al finalizar
nuestra jornada con la mitad de las cosas sin hacer.
7. Dolor de espalda y cuello
Pasamos la mayor parte del día sentados, en una posición que podríamos
definir, siendo generosos, como de forzada. Si no cuidamos nuestra
postura pronto comenzaremos a sentir molestias en cuello y espalda, como
consecuencia del agarrotamiento de músculos y nervios. Evitarlo no sólo
pasa por adoptar una buena postura y adquirir hábitos ergonómicos sino
tomarnos también unos minutos diarios para "estirarnos", "despejar
nuestros músculos". Además resulta vital que fuera de nuestro trabajo
tengamos hábitos saludables y que practiquemos algún deporte.
8. Estrés
No existe una única causa que explique el estrés. Una carga de trabajo
exagerada, clientes con exigencias poco razonables, fechas de entrega
que no se ajustan a la realidad, presiones provenientes de nuestros
superiores o de nuestros compañeros de trabajo son sólo algunos de los
ejemplos más representativos. Existe un estrés positivo que nos ayuda a
mantenernos en un estado de sana actividad, pero en muchas ocasiones
puede derivar en un estrés negativo que nos produce noches insomnes,
dolores de cabeza continuos, hipertensión arterial, etc.
Fuente: Colegio de Graduados Sociales de Córdoba
No hay comentarios:
Publicar un comentario